El ahorquillado

El ahorquillado (también conocido como bracketing en inglés) es una técnica fotográfica que consiste en tomar varias fotografías de la misma escena con diferentes configuraciones de exposición, con el objetivo de obtener al menos una imagen correctamente expuesta o para combinar varias exposiciones en un solo resultado final, como en una imagen HDR (High Dynamic Range).

Tipos de ahorquillado:

  1. Ahorquillado de exposición (Exposure bracketing):
    Este es el tipo más común y se refiere a tomar una serie de fotos con diferentes valores de exposición. Por lo general, se capturan tres fotos:
    • Una con la exposición correcta (según la medición de la cámara).
    • Una subexpuesta (más oscura).
    • Una sobreexpuesta (más clara).

Esto es útil en situaciones donde es difícil obtener una exposición correcta en toda la imagen, como en escenas con un alto contraste de luz (por ejemplo, un paisaje con un cielo muy brillante y un primer plano oscuro).

  1. Ahorquillado de balance de blancos (White balance bracketing):
    Aquí, la cámara toma varias fotos con diferentes configuraciones de balance de blancos. Es útil cuando no estás seguro de cuál ajuste de balance de blancos es el adecuado, o si planeas ajustar el color en la postproducción.
  1. Ahorquillado de enfoque (Focus bracketing):
    En este caso, se toman varias fotos cambiando ligeramente el punto de enfoque en cada una. Luego, se pueden combinar en postproducción (a través de un proceso llamado focus stacking) para lograr una mayor profundidad de campo y nitidez en toda la escena.
  1. Ahorquillado de flash (Flash bracketing):
    Esta técnica ajusta la potencia del flash entre cada disparo. Esto es útil cuando no estás seguro de la cantidad de luz que necesitarás del flash y quieres asegurarte de que al menos una foto tenga una iluminación adecuada.
AHORQUILLADO

¿Por qué utilizar el ahorquillado?

El ahorquillado es especialmente útil en situaciones donde las condiciones de luz son complicadas o donde hay un amplio rango dinámico en la escena, es decir, cuando hay áreas muy brillantes y muy oscuras al mismo tiempo. Esto puede ocurrir en escenas como:

  • Paisajes: Donde el cielo puede ser mucho más brillante que el suelo.
  • Interiores con luz natural: Por ejemplo, fotografiar en una habitación con luz que entra por una ventana.
  • Fotografía nocturna: Cuando las luces artificiales y las sombras fuertes crean un alto contraste.

Ejemplo:

Imagina que estás tomando una fotografía de un paisaje al atardecer. Si ajustas la exposición para el cielo, es probable que el primer plano quede demasiado oscuro. Si ajustas para el primer plano, el cielo puede quedar sobreexpuesto (muy brillante). Con el ahorquillado de exposición, puedes tomar tres imágenes:

  • Una bien expuesta para el cielo (primer plano oscuro).
  • Una bien expuesta para el primer plano (cielo sobreexpuesto).
  • Una con una exposición equilibrada.

Luego, estas imágenes pueden combinarse en postproducción para crear una imagen con un rango dinámico más amplio, donde tanto las luces como las sombras están correctamente expuestas. Este proceso se conoce como HDR.

Configuración del ahorquillado en la cámara:

La mayoría de las cámaras digitales, incluidas las DSLR y las sin espejo, tienen una función de ahorquillado automático. Dependiendo de la cámara, puedes configurar la cantidad de fotos que tomará (por ejemplo, tres, cinco o más), así como el intervalo de exposición entre cada foto (por ejemplo, 1/3, 1/2 o 1 paso de exposición, también conocido como EV).

  1. Activar el ahorquillado en la cámara:
    • Accede al menú de la cámara y busca la opción de ahorquillado (generalmente en el menú de disparo o exposición).
    • Elige cuántas fotos deseas tomar (por ejemplo, 3).
    • Configura cuánta variación de exposición habrá entre cada foto (por ejemplo, 1 EV).
  1. Disparar las fotos: Algunas cámaras tomarán todas las fotos de la serie con un solo disparo, mientras que en otras necesitarás presionar el obturador para cada una de las imágenes.

Ventajas del ahorquillado:

  • Mayor control sobre la exposición final: Al tener varias versiones de la misma escena con diferentes exposiciones, puedes elegir la mejor o combinarlas.
  • Ampliar el rango dinámico: Especialmente útil en escenas de alto contraste.
  • Facilidad en postproducción: Si planeas hacer edición avanzada, el ahorquillado te permite tener material adicional para ajustar las sombras y las luces sin perder detalle.

Desventajas:

  • Requiere más espacio de almacenamiento: Tomar varias fotos de una escena ocupa más memoria en la tarjeta de la cámara.
  • Tiempo extra para disparar: En escenas en movimiento, el ahorquillado puede no ser ideal porque las imágenes pueden no alinearse perfectamente.
  • Postprocesamiento: Aunque es útil, combinar exposiciones puede requerir tiempo y habilidad en programas como Lightroom o Photoshop.

En resumen, el ahorquillado es una técnica valiosa para situaciones de iluminación difíciles o para lograr un mayor control creativo sobre la exposición final. Es especialmente popular entre fotógrafos de paisaje, arquitectura y situaciones de alto contraste, y también es una herramienta importante para quienes buscan lograr imágenes HDR de alta calidad.

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