El ISO

Escala sensibilidad ISO

El ISO es uno de los tres pilares de la exposición en la fotografía (junto con la apertura y la velocidad de obturación) y se refiere a la sensibilidad del sensor de la cámara a la luz. Un valor de ISO bajo significa que el sensor es menos sensible a la luz, mientras que un valor alto aumenta la sensibilidad. Esto permite ajustar la cantidad de luz que la cámara necesita para crear una imagen bien expuesta.

Funcionamiento del ISO:

  • ISO bajo (ejemplo. ISO 100 o 200)
    La cámara es menos sensible a la luz, lo que resulta en imágenes más limpias y con menos ruido. Ideal para situaciones bien iluminadas, como exteriores soleados.
  • ISO alto (ejemplo. ISO 1600 o superior)
    La cámara aumenta su sensibilidad a la luz, permitiendo fotografiar en condiciones de poca luz, como interiores o de noche. Sin embargo, esto suele introducir ruido o grano en la imagen, afectando la calidad.

Cómo afecta el ISO a la exposición:

  • Un ISO bajo requiere más luz para una exposición correcta, por lo que es ideal cuando hay suficiente luz natural o artificial, o si se puede usar una velocidad de obturación más lenta y un trípode para evitar el movimiento.
  • Un ISO alto permite fotografiar en situaciones con poca luz sin necesidad de aumentar demasiado la apertura o reducir la velocidad de obturación. Sin embargo, como efecto secundario, puede aparecer ruido digital, lo que degrada la calidad de la imagen.

Relación con los otros parámetros:

  • Apertura (f-stop):
    Controla la cantidad de luz que entra por el objetivo.
  • Velocidad de obturación:
    Controla cuánto tiempo se expone el sensor a la luz.

El ISO actúa como una compensación cuando no se puede ajustar fácilmente la apertura o la velocidad de obturación sin afectar la imagen. Por ejemplo, en condiciones de poca luz, aumentar el ISO te permite mantener una velocidad de obturación más rápida, evitando el desenfoque por movimiento.

Triángulo de la exposición

Ejemplo práctico:

  • Fotografía al aire libre en un día soleado:
    Un ISO bajo (como 100 o 200) será suficiente para obtener imágenes claras y sin ruido.
  • Fotografía en interiores con poca luz:
    Puedes necesitar aumentar el ISO a 800, 1600 o más para que la imagen esté bien expuesta sin necesidad de usar una velocidad de obturación muy lenta, que podría causar movimiento borroso.

Consecuencias de un ISO alto:

El aumento de ISO es útil en situaciones de baja luz, pero tiene una desventaja significativa: ruido digital o grano en la imagen. Este ruido aparece como una textura granulada, sobre todo en las áreas oscuras o sombras, y puede hacer que la imagen pierda detalles finos.

Valores ISO comunes:

  • ISO 100-200: Ideal para exteriores con buena luz.
  • ISO 400-800: Adecuado para luz moderada o interiores bien iluminados.
  • ISO 1600 y más: Útil en situaciones de poca luz, como eventos nocturnos, interiores oscuros o fotografía nocturna, pero con más ruido.

ISO en cámaras modernas:

Las cámaras modernas, sobre todo las de gama alta, son cada vez más capaces de manejar valores ISO elevados con menos ruido, lo que permite una mayor flexibilidad para disparar en condiciones de poca luz sin comprometer la calidad de la imagen.

Resumen:

  • ISO bajo (100-200): Imágenes más nítidas y detalladas, ideal para condiciones de buena luz.
  • ISO medio (400-800): Un compromiso adecuado para situaciones intermedias o cuando se busca mantener una exposición equilibrada sin demasiado ruido.
  • ISO alto (1600+): Útil en condiciones de poca luz, pero aumenta el riesgo de ruido en la imagen.
Dominar el ISO te permite tener control sobre la calidad y exposición de tus fotos en diferentes condiciones de luz.

Comentarios