1. Prepara
el lugar
Fotografiar humo puede ser una
técnica fascinante, ya que permite capturar formas únicas y etéreas. Para
fotografiar humo dispondremos de una habitación cerrada sin corriente de aire,
apagaremos las luces ambientales si vamos a utilizar un flash y además
colocaremos un fondo negro, una tela o una cartulina, detrás del humo para
mayor contraste.
2. Coloca la
fuente de humo
Usaremos varitas de incienso, que
son baratas de olores agradables y producen un humo suave. Las varitas las
colocaremos en un soporte firme y a una distancia de entre 30 y 50 cm del fondo
oscuro que indicábamos en el punto uno.
3.
Iluminación
Usaremos una fuente de luz
natural, flash externo, lámpara led o una linterna potente. Debemos tener cuidado
de no iluminar el fondo oscuro, solo iluminaremos el humo. La luz que
utilicemos debe estar a 90 grados con respecto a la cámara.
Utilizaremos el modo manual de
nuestra cámara para tener un control absoluto sobre ella, el ISO a utilizar
deberá estar entre 100 o 200 y la velocidad de obturación 1/200 para congelar
el movimiento del humo, la apertura será de f8 a f11 para que el humo salga lo
más nítido posible, el enfoque a poder ser manual y el objetivo un 50mm, 85mm o
un macro para poder sacra detalles.
5. Toma de las
fotos y edición
La mejor opción es disparar en
ráfagas para obtener distintos movimientos del humo, puedes soplar suavemente,
observa las formas que se crean, y además para evitar mover la cámara podemos
usar un disparador remoto.
En cuanto a la edición aumenta el
contraste y claridad para resaltar el humo, invierte el fondo (pasar de negro a
blanco) si lo que buscas es un efecto distinto y por último puedes añadir
colores al humo en Photshop o Lightroom.
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